Tras señalar el pasado 24 de este mes que la labor del Ejecutivo es lastrada por la falta de supervisión de los servicios públicos, el mandatario expresó en un discurso que resulta inaceptable el que la mayor parte de los ministerios carezcan de suficiente personal para resolver problemas de los ciudadanos.
Ould Bilal en la misiva de renuncia agradeció al mandatario la confianza depositada en él para dirigir el gobierno, reseñó la prensa local.
El hasta ahora primer ministro, reemplazó en agosto de 2020 a Ismail Ould Badah, quien fue apartado de su cargo tras ser acusado de cometer actos de corrupción.
Mauritania, país del noroeste de África con una población ascendente a más de cuatro millones de habitantes, actualmente atraviesa una compleja situación económica, recrudecida por la Covid-19, la cual afecta en mayor medida a sectores sociales pobres.
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