Más de 90 legisladores demócratas de ambas cámaras del Congreso se unieron a la petición a Biden en una carta que incluyó las firmas del líder de la mayoría del Senado, Charles Schumer (Nueva York), y el jefe de la mayoría de la Cámara de Representantes, James Clyburn (Carolina del Sur).
Otros, como la senadora Elizabeth Warren (Massachusetts) y Raphael Warnock (Georgia), así como los representantes Ayanna Pressley (Massachusetts), Ilhan Omar (Minnesota) y Pramila Jayapal (Washington) también rubricaron la misiva.
En el texto, difundido la víspera, los legisladores se hicieron eco de los llamamientos realizados por otros demócratas en los últimos días para que la administración Biden retrase la fecha límite y extienda el periodo de gracia hasta «por lo menos el final del año».
Esos pagos se suspendieron por primera vez a principios de 2020 en virtud de una moratoria establecida por la administración del entonces presidente Donald Trump (2017-2021) debido a la pandemia de Covid-19, para ayudar a los graduados de la universidad con débitos que perdieron sus empleos.
La medida, ampliada varias veces, la prorrogó Biden por última vez en diciembre.
El grupo de legisladores calificó la cancelación generalizada como «una de las formas más poderosas de abordar los problemas de equidad racial y económica» y citaron datos que subrayan las disparidades que, por ejemplo, enfrentan negros y latinos en el sistema de préstamos estudiantiles.
También señalaron las cargas adicionales a las que se enfrentan como el «aumento vertiginoso de los costes de necesidades como la comida y la gasolina».
El año pasado, la Casa Blanca informó que había solicitado un memorándum al secretario de Educación, Miguel Cardona, para determinar si tenía el poder de cancelar unilateralmente los préstamos estudiantiles de forma generalizada.
La Reserva Federal estimó el año pasado que decenas de millones de prestatarios habían acumulado una deuda de préstamos estudiantiles de aproximadamente 1,7 billones de dólares.
«Ahora mismo, su administración tiene una oportunidad histórica de reparar el daño causado por décadas de fracasos políticos, mala gestión gubernamental y abusos de la industria, ampliando el alivio de la pandemia y cancelando la deuda estudiantil», advirtieron los congresistas.
Unas siete millones 800 mil personas que contrajeron deudas en su etapa de educandos corren riesgo inminente de impago si expira la moratoria.
Algunos expertos consideran este tema una bomba de relojería que podría estallar en cualquier momento en Estados Unidos.
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