Un informe oficial detalló que a nivel nacional la densidad de las peligrosas PM2.5 bajó a 30 microgramos por metro cúbico y se percibieron mejorías en la contención de las lluvias ácidas, ambos indicadores importantes para medir la calidad del aire.
Sin embargo, los niveles de ozono aumentaron 137 microgramos por metro cúbico en todo el país, especialmente en el verano.
Según autoridades del Ministerio de Ecología y Medioambiente, el gas sube más cuando la temperatura es alta y el sol es más intenso.
China disminuyó en el último lustro a 40 por ciento el nivel de polución del aire en varias urbes mediante medidas como el cierre de plantas que operaban con carbón, restricciones al tráfico vehicular y uso de gas natural.
Las PM2.5 absorben los elementos responsables de generar el ozono y al bajar aumentó la presencia del químico en los niveles inferiores de la atmósfera.
Respirar aire con alta concentración de ese gas es altamente perjudicial para los asmáticos, niños, ancianos, deportistas y quienes trabajan en los exteriores.
Además, el fenómeno reduce la producción agrícola y actúa como corrosivo en las fachadas de los edificios.
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