Abrazados por la Misa en si menor del alemán Johann Sebastian Bach, los artistas interpretan los movimientos y el ambiente tenebroso de 21 imágenes, entre ellas, El sacrificio de Isaac, Judit y Holofernes, Juan Bautista en el desierto y Resurrección de Lázaro.
Otras pinturas incluidas en la pieza teatral resultan Flagelación de Cristo, Incredulidad de Santo Tomás y La Muerte de la Virgen y, como parte de la puesta en escena, la composición musical dura el equivalente a una misa católica de aproximadamente 45 minutos.
De acuerdo con su director artístico, Ricardo Barceló, los protagonistas pasan de un acto a otro sobre las tablas y dispersan por el suelo el vestuario correspondiente a los diversos momentos de la función, bajo luces, sombras y religiosidad similares a las captadas por el pintor italiano.
Los expertos resaltan en la obra de Caravaggio su observación realista de la figura humana, desde el aspecto físico y emocional; el uso dramático de la luz, aspecto con influencia determinante en la formación de la pintura del Barroco, y su claroscuro describió luchas violentas, tortura y muerte.
El espectáculo da continuidad a dos presentaciones acontecidas en 2019 y tiene como propósito el acercamiento del público de la capital lusa a uno de los referentes internacionales de esa manifestación artística, con profunda influencia en otros maestros como Pedro Pablo Rubens y Diego Velázquez.
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