Durante las conversaciones en esta capital con el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Martin Griffiths, el canciller ruso declaró que exigirá a Reino Unido, a cargo de la presidencia del Consejo de Seguridad, celebrar una reunión urgente sobre ese tema.
El alto funcionario de Moscú calificó como “un ataque de falsificaciones” las imágenes divulgadas, según las cuales los militares rusos supuestamente asesinaron a civiles ucranianos en la ciudad de Bucha.
“Se lanzó otro ataque de falsificaciones en la ciudad de Bucha, región de Kiev, luego de que personal militar ruso partiera de allí, de acuerdo con los planes y acuerdos alcanzados», indicó.
Según Lavrov, en Bucha se realizó una puesta en escena que Ucrania y “sus patrocinadores occidentales” dispersan por todos los canales y redes sociales posibles.
También este lunes, el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, dio a conocer el rechazo “categórico” del Kremlin por esta acusación. “Además, consideramos que este tema se debe discutir al más alto nivel posible”, subrayó.
La noche del pasado sábado fueron difundidas imágenes de cuerpos tendidos en las calles de Bucha, algunos con las manos atadas. Al respecto, el asesor de la oficina del presidente de Ucrania, Mijaíl Podoliak, declaró que los civiles “estaban desarmados”, “no representaban ninguna amenaza” y “fueron matados a tiros por los soldados rusos”.
Ayer, el Ministerio de Defensa ruso consideró las imágenes como una provocación y denunció que se trata de una escenificación creada para los medios de comunicación occidentales.
Aclaró que todos los militares rusos abandonaron Bucha el pasado 30 de marzo, mientras que las imágenes se difundieron cuatro días después, luego que los miembros del Servicio de Seguridad ucraniano y la televisión local llegaron a la localidad.
Según el ente militar ruso, los hechos “confirman de forma irrefutable que las fotos y los videos de Bucha son otra escenificación del régimen de Kiev para los medios de comunicación occidentales, como ocurrió en Mariúpol con la maternidad, así como en otras ciudades”.
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