La comitiva contará con 10 miembros, estará encabezada por el diputado David Arajamia, y la integrarán además el ministro de Justicia, Denís Maliuska, el de Defensa, Alexéi Réznikov, el vicecanciller Nikolái Tochitski, y el asesor de la oficina presidencial Mijaíl Podoliak.
Los intercambios entre equipos negociadores para la búsqueda de una solución al conflicto bilateral y el cese de las hostilidades comenzaron el 28 de febrero, con encuentros presenciales en Belarús, Turquía y por videoconferencia.
La víspera estaba prevista una nueva ronda de conversaciones en línea, pero fue suspendida por la supuesta matanza de civiles en la ciudad ucraniana de Bucha, cuya autoría fue negada por Moscú, que calificó el hecho como un falso ataque escenificado para denigrar sus Fuerzas Armadas.
Este lunes, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, manifestó que los intentos de los países occidentales de politizar, e incluso especular sobre cuestiones humanitarias en Ucrania, no se detienen.
En reunión en Moscú con el subsecretario general de Asuntos Humanitarios de la Organización de Naciones Unidas, Martin Griffiths, Lavrov calificó los sucesos de Bucha como “un falso ataque” y estimó que allí se realizó una puesta en escena que Ucrania y Occidente están divulgando por todos los canales y redes sociales posibles.
“Se lanzó otro ataque de falsificaciones en la ciudad de Bucha, región de Kiev, luego de que personal militar ruso partiera de allí, de acuerdo con los planes y acuerdos alcanzados», indicó.
La noche del pasado sábado fueron difundidas imágenes de cuerpos tendidos en las calles de Bucha, algunos con las manos atadas. Al respecto, el asesor de la oficina del presidente de Ucrania, Mijaíl Podoliak, declaró que los civiles “estaban desarmados”, “no representaban ninguna amenaza” y “fueron matados a tiros por los soldados rusos”.
El domingo, el Ministerio de Defensa ruso consideró las imágenes como una provocación y denunció que se trata de una escenificación creada para los medios de comunicación occidentales.
Aclaró que todos los militares rusos abandonaron esa ciudad el pasado 30 de marzo, mientras que las imágenes se difundieron cuatro días después, luego que los miembros del Servicio de Seguridad ucraniano y la televisión local llegaron a la localidad.
Según el ente militar ruso, los hechos “confirman de forma irrefutable que las fotos y los videos de Bucha son otra escenificación del régimen de Kiev para los medios de comunicación occidentales, como ocurrió en Mariúpol con la maternidad, así como en otras ciudades”.
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