Al intervenir en el Consejo de Seguridad, el máximo representante de Naciones Unidas ofreció detalles sobre el fuerte impacto que genera ese conflicto a nivel global y, sobre todo, en los países en desarrollo.
Según recalcó el titular, es cada vez más urgente silenciar las armas, y también reiteró su llamado a una tregua humanitaria.
Debido al conflicto, se dispara el precio de los alimentos en el mercado mundial, al igual que el del gas y el petróleo, apuntó el diplomático portugués.
La guerra en Ucrania aparece ya como uno de los mayores desafíos en la historia reciente, ha provocado una pérdida lamentable de vidas humanas y de su infraestructura vital, y generó el desplazamiento de unas 10 millones de personas, subrayó.
Tenemos el deber de actuar ahora, aseveró el secretario general de Naciones Unidas y lamentó que las divisiones en el Consejo de Seguridad impidan que se tomen decisiones al respecto.
Los civiles en Ucrania están pagando un precio muy alto, dijo Guterres y solicitó una investigación independiente sobre los sucesos en la ciudad de Bucha, cerca de Kiev.
Además, pidió garantizar la protección de los derechos humanos de todas las personas y que quienes cometan violaciones sean llevados ante la justicia.
La noche del pasado sábado, fueron difundidas varias imágenes de cuerpos tendidos en las calles de la ciudad ucraniana de Bucha, de donde se retiraron las tropas rusas el 30 de marzo.
El Ministerio de Defensa de Rusia denunció que se trata de una “escenificación” creada para los medios de comunicación occidentales.
La fiscal general de Ucrania, Irina Venedíktova, indicó la víspera, que se encontraron 410 cuerpos de civiles asesinados en la periferia de Kiev.
En tanto, las autoridades rusas calificaron de montaje y provocación las imágenes publicadas, negando que la población civil sufriera abusos mientras la ciudad permanecía bajo el control de sus tropas.
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