El canciller ruso subrayó que el curso de las conversaciones podría verse afectado si la delegación ucraniana continúa declarando que se necesitan algunos pasos adicionales por parte de Moscú y continúa negándose a discutir las tareas de desnazificación y desmilitarización.
Este martes, en conferencia de prensa, el presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, manifestó que proseguirán las negociaciones con Moscú, pero advirtió que no discutirá la desmilitarización y desnazificación de su país, condiciones exigidas por Rusia para el fin de las acciones militares.
Lavrov expresó que otros obstáculos al diálogo bilateral están vinculados con el rechazo de las autoridades ucranianas a la restauración de los derechos del idioma ruso, de los derechos de la población de habla rusa y de enfrentar los problemas con la nazificación de todas las áreas de la vida del país.
Advirtió que la razón de la provocación en la ciudad ucraniana de Bucha es el intento de hacer fracasar las negociaciones entre Moscú y Kiev, reportó la agencia de noticias TASS.
“Tendemos a pensar que la razón radica en el deseo de encontrar un motivo para frustrar las negociaciones en curso, y hacerlo en el momento en que, como dicen, apareció una luz, no muy brillante, pero aun así es una luz”, indicó. El jefe de la diplomacia rusa puso como ejemplo que la provocación en Bucha ocurrió cuando Kiev puso por primera vez en papel las posibles disposiciones de paz respecto a Crimea.
Indicó que la comunidad internacional debe saber que Rusia está dispuesta a trabajar de forma honesta y sistemática en la mesa de negociación con Ucrania.
El titular de Exteriores pidió a quienes lideran las acciones de Kiev que se den cuenta de su responsabilidad por la seguridad en Europa y el futuro del orden mundial, para garantizar que todos los principios de la Carta de la ONU se apliquen en la práctica.
La noche del sábado pasado fueron difundidas imágenes de cuerpos tendidos en las calles de Bucha, algunos con las manos atadas. Al respecto, el asesor de la oficina del presidente de Ucrania, Mijaíl Podoliak, declaró que los civiles “estaban desarmados”, “no representaban ninguna amenaza” y “fueron matados a tiros por los soldados rusos”.
El domingo, el Ministerio de Defensa ruso consideró las imágenes como una provocación y denunció que se trata de una escenificación creada para los medios de comunicación occidentales.
Aclaró que todos los militares rusos abandonaron esa ciudad el pasado 30 de marzo, mientras que las imágenes se difundieron cuatro días después, luego que los miembros del Servicio de Seguridad ucraniano y la televisión local llegaron a la localidad.
Según el ente militar ruso, los hechos “confirman de forma irrefutable que las fotos y los videos de Bucha son otra escenificación del régimen de Kiev para los medios de comunicación occidentales, como ocurrió en Mariúpol con la maternidad, así como en otras ciudades”.
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