Según los términos del texto, Beijing dará más acceso a los sectores de aviación, educación, finanzas, cuidado de adultos mayores y transporte de pasajeros a Nueva Zelanda para impulsar el comercio de servicios.
Wellington, por su parte, aumentará las cuotas de visas para los profesores de chino y los guías turísticos, y flexibilizará los procedimientos en la revisión de los proyectos inversionistas del estado asiático.
El documento permitirá que ambos países abran sus mercados para ciertos productos de madera y papel, y optimicen reglas comerciales como reglas de origen, barreras técnicas al comercio y la simplificación aduanera, detalló un comunicado oficial aquí.
También recoge su compromiso a colaborar más en comercio electrónico, política de competencia, contratación pública y medioambiente.
El TLC con Nueva Zelanda data de 2008 y fue el primero que suscribió China con un país desarrollado.
En noviembre de 2016 las partes comenzaron las negociaciones para actualizarlo y finalizaron el proceso en enero de 2021 con la firma del documento con nuevas cláusulas.
Para el gigante asiático, ese paso es una acción concreta en la defensa del multilateralismo y la construcción de una economía mundial abierta.
China es el principal socio de Nueva Zelanda y su intercambio mercantil supera cada año los 21 mil millones de dólares.
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