De acuerdo con la administración central, lo que se busca es lograr un equilibrio entre el levantamiento de las restricciones de movilidad y, al mismo tiempo, limitar el riesgo de aumento de casos de Covid-19 durante el Ramadán.
Como parte de la relajación de las restricciones en muchas actividades durante el mes sagrado islámico en el país, ahora se les permite a los fieles musulmanes celebrar la oración vespertina del Ramadán y reunirse para rezar en las mezquitas.
El gobierno también accedió a que las personas regresen a sus lugares de origen durante la festividad del Eid al-Fitr, una tradición conocida como mudik (éxodo).
Esto marca la primera vez en los últimos dos años que las autoridades indonesias alivian oficialmente las restricciones de enfrentamiento a la Covid-19 para dar paso a las festividades, en este caso religiosas.
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