La PNC y la Fuerza Armada realizan operaciones conjuntas desde finales de marzo, cuando una ola de asesinatos ordenados por las pandillas locales forzó a restringir durante 30 días determinadas garantías constitucionales en el país.
Fruto de las redadas, más de nueve mil presuntos pandilleros fueron detenidos en apenas dos semanas, y la media diaria de homicidios descendió a 1,1 en este mes, luego del sangriento cierre de marzo, con 89 asesinatos en un fin de semana.
El Ejecutivo salvadoreño comparte en sus canales oficiales imágenes diarias de las capturas, mientras en el sistema penitenciario rige un estado de emergencia que incluye la reducción en los tiempos de alimentación.
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