Jen Psaki, secretaria de prensa de la mansión ejecutiva, dijo que las demoras causan un aumento de los precios y «perturbaciones significativas» en las cadenas de suministro.
«Las innecesarias y redundantes inspecciones del gobernador Abbott a los camiones que transitan por los puertos de entrada entre Texas y México están causando importantes interrupciones en las cadenas de suministro de alimentos y automóviles”, indicó la funcionaria en un comunicado.
Tales dilaciones afectan puestos de trabajo y aumentan los precios para las familias en Texas y en todo el país, subrayó Psaki.
Abbott implementó la directiva después que el presidente Joe Biden anunciara que rescindiría el polémico programa conocido como Título 42.
La portavoz argumentó que los retrasos a los que se enfrentan los camioneros superan las cinco horas en algunos pasos colindantes y que el tráfico comercial se redujo en 60 por ciento en la frontera sur.
Ningún vehículo comercial cruzó ayer el puente internacional Pharr-Reynosa, el más transitado de la zona, porque los camioneros del lado mexicano bloquearon el tráfico en señal de protesta, reportó el diario local The Texas Tribune.
El Título 42, que terminará oficialmente el 23 de mayo, se impuso bajo la administración de Donald Trump (2017-2021) en los primeros días de la pandemia de Covid-19 para expulsar a miles de migrantes que pretendían obtener asilo.
La orden de Abbott citó ahora a «los cárteles que contrabandean ilícitamente” mercancías y personas “a través de nuestra frontera sur» como justificación para las inspecciones.
Los retrasos ocurren cuando un autobús de migrantes llegó a Washington, D.C., la mañana de este miércoles, después que el gobernador ordenara la semana pasada a la División de Gestión de Emergencias de Texas que los trasladara a la capital del país.
La Casa Blanca desestimó los planes de Abbott y los tildó de «truco publicitario» teniendo en cuenta que la aplicación de las leyes de inmigración es potestad del Gobierno federal y no de un estado.
Amparado en el Título 42, el Gobierno de Estados Unidos expulsó de manera masiva a más de 1,7 millones de migrantes en su frontera con México desde 2020.
Sin embargo, «el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) continuará expulsando a los adultos solos y familias que sean encontrados en la frontera suroeste”, advirtió el secretario Alejandro Mayorkas.
A partir del 23 de mayo, los migrantes indocumentados que arriben por el sur serán investigados en base al Título 8, norma previa y común por la cual la Casa Blanca deporta a los irregulares.
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