Según el portavoz del ente castrense, mayor general Ígor Konashénkov, también fueron abatidos un depósito de municiones para lanzacohetes múltiples, mientras la defensa aérea derribó tres drones y las tropas de misiles eliminaron dos puestos de control, otro almacén de proyectiles y una batería de artillería.
Indicó que este martes las fuerzas rusas atacaron con misiles de alta precisión dos fortificaciones enemigas en las que resultaron eliminados alrededor de 180 efectivos del Ejército ucraniano, 15 unidades de vehículos blindados y un lanzador del complejo de misiles antiaéreos Buk-M1.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el comienzo del operativo, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques no están dirigidos a la población ni a las ciudades ucranianas, sino contra las infraestructuras militares del país.
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