Por cada cinco unidades de Índice de Masa Corporal (IMC) adicionales, el riesgo de que una fémina sufra cáncer de útero (endometrio) aumenta en un 88 por ciento, precisa la revista BMC Medicine.
Cinco unidades de IMC es la diferencia entre la categoría de sobrepeso y la de obesidad, o de una mujer adulta de 1,5 metros de altura que pesa unos 13 kilos de más.
Los investigadores analizaron los marcadores de 14 rasgos que podrían relacionar la obesidad con el cáncer de útero.
Ellos descubrieron dos hormonas -la insulina en ayunas y la testosterona- que aumentaban el riesgo de ser diagnosticada de cáncer de útero.
Al determinar con exactitud el modo en que la obesidad aumenta el riesgo de cáncer, por ejemplo, a través de las hormonas, los científicos podrían utilizar en el futuro fármacos para reducir o aumentar el nivel de estas sustancias en personas que ya tienen un mayor riesgo de padecer una enfermedad oncológica.
Por ejemplo, puntualizan los expertos, fármacos como la metformina, utilizada en el tratamiento de la diabetes, pueden reducir los niveles de hormonas.
El cáncer de útero es una de las dolencias ginecológicas más frecuentes en los países de renta alta, muy relacionado con un alto IMC, y se calcula que alrededor de un tercio de los casos se deben al sobrepeso y la obesidad.
Gracias a este estudio -resalta la fuente- pudo conocerse que el sobrepeso o la obesidad aumentan el riesgo de desarrollar 13 tipos diferentes de cáncer, y para reducir el peligros es importante mantener un peso saludable mediante una dieta equilibrada y la actividad física.
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