Un comunicado de la Media Luna Roja precisó que numerosos de ellos fueron trasladados a los hospitales para recibir tratamiento.
Entre los lesionados se encuentran el fotorreportero Ali Yassin y otros dos periodistas, según diversas fuentes.
Vídeos que circulan en las redes sociales mostraron imágenes de palestinos lanzando piedras contra las fuerzas ocupantes que respondieron con balas de goma y gases lacrimógenos.
El objetivo de los policías era dispersar a los palestinos concentrados en la zona para la oración del viernes.
Desde el 15 de abril los uniformados ingresan a la explanada a diario para expulsar a los musulmanes con el fin de permitir la entrada de colonos judíos con motivo del inicio del Pesaj, una festividad que marca el inicio del éxodo de ese pueblo.
En dos ocasiones los efectivos de Tel Aviv penetraron en la Mezquita de Al Aqsa, que forma parte de ese complejo religioso y es considerado el tercer lugar más sagrado para los musulmanes.
El sitio también es venerado por los judíos que lo llaman el Monte del Templo, porque allí fueron levantados sus dos santuarios más importantes.
Según los acuerdos alcanzados hace décadas, a los judíos solo se les permite visitar el lugar con numerosas condiciones, pero no rezar.
Sin embargo, bajo la creciente presión de los sectores de la derecha y ultraortodoxos aumentó el número de fieles de esa religión que intentan orar allí, lo cual es considerado por los musulmanes una provocación.
En una reunión de emergencia celebrada ayer en Jordania a nivel de cancilleres, la Liga Árabe condenó la escalada israelí y advirtió sobre las consecuencias de esas operaciones.
Por su parte, varias facciones palestinas como la Jihad Islámica y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) amenazaron con responder.
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