Según reportó el portavoz del ente castrense, mayor general Ígor Konashénkov, las Fuerzas Aeroespaciales también eliminaron tres puestos de mando, mientras la defensa antiaérea rusa derribó en el aire un avión de combate Su-25 y 15 drones, a la vez que interceptó dos misiles tácticos Tochka-U y tres proyectiles de lanzamisiles múltiples.
Detalló que durante la madrugada fueron aniquilados además tres helicópteros enemigos Mi-8, tres sistemas de misiles antiaéreos OSA, 16 almacenes de armamento y equipo militar, y 33 puntos de control de unidades ucranianas.
Los ataques también alcanzaron 919 fortificaciones y áreas de concentración de combatientes ucranianos y equipo militar, así como 124 puntos de tiro de artillería.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el comienzo del operativo, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques no están dirigidos a la población ni a las ciudades ucranianas, sino contra las infraestructuras militares del país.
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