Tras los recientes sucesos en sitios de culto religioso en esa ciudad, el secretario general de la ONU, António Guterres, manifestó gran inquietud por la inestabilidad en esa zona ocupada por Israel.
Por medio de un comunicado, el titular dijo que está comprometido activamente con los líderes de la región con el fin de hacer todo lo posible para reducir las tensiones, evitar las acciones y retóricas incendiarias, y restaurar la calma.
“Las provocaciones deben cesar de inmediato. Los días festivos en curso para musulmanes, judíos y cristianos deben ser un período de paz y reflexión, no de incitación y violencia”, señaló.
En ese sentido, Guterres recalcó que debe mantenerse y respetarse el statu quo en los lugares sagrados de Jerusalén.
Asimismo, insistió en que urge evitar el uso excesivo de la fuerza y detener todas las medidas unilaterales, como asentamientos y desalojos por parte de Tel Aviv, pues estas pueden socavar la solución de dos estados.
También la Liga Árabe condenó la escalada israelí y advirtió sobre las consecuencias de esas operaciones.
De acuerdo con datos de la Media Luna Roja, el pasado viernes al menos 41 palestinos resultaron heridos durante la irrupción de la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas, en la zona ocupada de Jerusalén oriental, el mismo escenario repetido durante casi dos semanas consecutivas.
Vídeos que circulan en redes sociales mostraron imágenes de palestinos lanzando piedras contra las fuerzas ocupantes que respondieron con balas de goma y gases lacrimógenos, con el objetivo de dispersar a los concentrados para la oración.
Desde el 15 de abril, los uniformados israelíes ingresan a la explanada a diario para expulsar a los musulmanes y permitir la entrada de colonos judíos con motivo del inicio del Pesaj, festividad judía que marca el inicio del éxodo de ese pueblo.
En varias ocasiones los efectivos de Tel Aviv penetraron en la Mezquita de Al Aqsa, integrante de ese complejo religioso y considerado el tercer lugar más sagrado para los musulmanes.
Igualmente, el sitio es venerado por los judíos que lo llaman el Monte del Templo, porque allí fueron levantados sus dos santuarios más importantes.
En los últimos días se hicieron numerosos llamados de organizaciones judías extremistas a realizar una visita masiva y provocativa durante el Pesaj, señaló la agencia de noticias Wafa.
Israel ocupó la zona oriental de Jerusalén en la guerra de 1967 y desde entonces mantiene bajo su control el territorio, pese a las resoluciones de rechazo del Consejo de Seguridad de la ONU.
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