Mostafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, precisó en un comunicado que las ruinas fueron encontradas sobre una montaña de escombros.
Los expertos también desenterraron una colección de bloques de mármol que alguna vez podrían haber formado una escalera para permitir que los fieles llegaran al templo.
Waziri detalló que los especialistas localizaron además bloques de granito rojo que fueron parte de la puerta de entrada al santuario.
La puerta tenía varias columnas de granito rojo, cada una de ocho metros de altura y un dintel superior decorado con textos romanos.
Tras el hallazgo, los arqueólogos comenzaron un estudio de fotogrametría de los bloques para entender el diseño arquitectónico del lugar.
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