De acuerdo con el estudio, la ingesta excesiva de dulces en las etapas infantil y adolescente puede dañar en las personas la capacidad de recordar en el futuro.
Para los expertos, los límites de consumo recomendables son no más de 19 gramos (g) de azúcar al día para los menores de cuatro a seis años de edad, no más de 24 los que están entre siete a 10, y de 11 años en adelante solo 30 gramos.
‘El consumo excesivo de azúcar y otros factores dietéticos poco saludables durante las etapas tempranas del desarrollo producen cambios en el microbioma intestinal y trastornos neurocognitivos’, sostiene los investigadores.
La revista Translational Psychiatry insiste en el importante papel de la disbiosis de la microbiota intestinal a la hora de medir los efectos perjudiciales de los hábitos de alimentación poco saludables en la memoria durante la vida temprana.
El mismo equipo de trabajo dirigirá sus esfuerzos a investigar si el ejercicio físico o las dietas saludables pueden incidir en la mitigación de los perjuicios provocados por el consumo desmedido de azúcar.
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