En mensaje a la nación, Coma mencionó entre las medidas de flexibilización del protocolo sanitario vigente la eliminación de límites de aforos en diferentes espacios y actividades tanto en lugares abiertos como cerrados, así como el uso obligatorio de la mascarilla solo en los municipios en rojo (alerta máxima) en el semáforo epidemiológico.
Mientras que, en naranja (alerta alta) o amarillo (alerta media), el nasobuco se empleará solo en espacios cerrados, aclaró.
No obstante, recomendó mantener el distanciamiento físico, el uso del alcohol en gel y el constante lavado de manos para toda la población «como una práctica de higiene a la que ya estamos acostumbrados».
Según el funcionario, la desescalada de las medidas se estableció en el acuerdo ministerial 146-2020, el cual definió las características y condiciones para volver a la nueva normalidad y Guatemala cumple ya con esos parámetros, puntualizó.
En sus argumentos, mencionó el descenso sostenido en el número de casos positivos, en el mes de marzo un 16 por ciento, y en abril se mantiene en 7,7 por ciento.
En consecuencia, dijo, la ocupación hospitalaria por casos de Covid-19 tanto de pacientes moderados y graves a nivel nacional se mantiene en un cinco por ciento.
A estas cifras, sumó el deseo y la necesidad de retornar a los centros educativos, de cuidado infantil diario, de educación técnica y universitaria, además de continuar con la ruta de reactivación económica y contribuir a la salud mental de la población.
La más reciente actualización del semáforo Covid-19, el pasado 16 de abril, fijó solo 15 municipios en rojo, 184 en naranja y 141 en amarillo.
Hasta la fecha, solo el 50 por ciento de la población completó su esquema de vacunación contra la enfermedad, de ahí el nuevo llamado de Coma a los guatemaltecos a poner el brazo porque hay vacunas suficientes, exhortó.
El anuncio de la desescalada desde la pasada semana por el presidente Alejandro Giammattei despertó reservas en epidemiólogos, quienes consideraron de alto riesgo eliminar la mascarilla en estos momentos ante el comportamiento incierto del coronavirus Sars-Cov-2 y los niveles de vacunación relativamente bajos con la recomendación de la OMS.
Después de dos años de pandemia, esta nación centroamericana acumula 844 mil 59 casos positivos y 17 mil 538 fallecidos, una de las cifras más altas de la región.
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