Ocurrirá así el primer eclipse solar parcial del año, que permitirá visualizar dicha Luna y según informó la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA), el evento tendrá la forma de mordisco al cubrir aproximadamente el 64 por ciento del sol.
El fenómeno podrá ser apreciado antes y durante la puesta del sol, desde algunos sitios de América del Sur, la Antártida y los océanos Pacífico y Austral.
“A medida que se pone por el oeste en la noche del 30 de abril, el Sol aparecerá parcialmente eclipsado para aquellos con cielos despejados en Chile, Argentina, la mayor parte de Uruguay, el oeste de Paraguay, el suroeste de Bolivia, el sureste de Perú y una pequeña área del suroeste de Brasil”, precisó el informe de la NASA.
Desde el punto de vista regional, el avistamiento podrá realizarse desde territorios del Océano Pacífico Sur, el Océano Antártico, la costa noroeste de la Antártida, en el Océano Atlántico frente a la costa sureste de América del Sur y las Islas Malvinas.
Un eclipse parcial se produce cuando la Luna y el Sol no se alinean perfectamente y la primera no cubre por completo al astro, sino que le da, visualmente una forma de arco.
De acuerdo con algunos sitios especializados la Luna Negra no es un término reconocido oficialmente por los astrónomos, sus fases son: nueva, cuarto creciente, llena y cuarto menguante.
Cuando la parte de la Luna que mira hacia la Tierra no está iluminada por el sol, hay luna nueva y entonces el astro parece desaparecer por completo de nuestra visión.
Ese fenómeno sucede cada 29 días, tiempo que el satélite tarda en completar el ciclo; pero cada año y en muy pocos meses se observan dos lunas nuevas en el mismo mes de calendario. A la segunda se la conoce como luna negra o luna oscura.
Se denominó así debido a que la Luna pierde completamente su iluminación por lo que será imposible observarla este sábado.
Esa oscuridad ha estado asociada por años a algunas supersticiones como que cuando ocurre la Luna Negra es el anuncio de un momento especial, en el cual los deseos se cumplen y los hechizos hacen su efecto.
Contraria a este buen augurio, para otros significaba que el mundo acabaría, algo que aún no ocurre y por el camino que lleva la humanidad, será más posible a causa de las actividades del propio hombre que de un evento astronómico.
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