Millones de trabajadores se ausentaron de sus trabajos este viernes en una huelga organizada por el movimiento sindical del país, con todos los servicios de trenes cancelados menos uno.
Autobuses privados no tomaron las carreteras, mientras trabajadores industriales se manifestaban frente a sus fábricas y se colgaban banderas negras en una expresión de ira contra el gobierno.
Podemos identificar los errores políticos del presidente que condujeron a este lamentable estado de nuestra economía, debe renunciar, dijo el líder sindical Ravi Kumudesh.
El presidente Gotabaya Rajapaksa ha insistido en que no renunciará a pesar de la escalada de manifestaciones en toda la isla, incluida una protesta permanente frente a su oficina durante casi un mes.
La víspera, la policía disparó gases lacrimógenos contra miles de estudiantes que intentaban asaltar el Parlamento nacional.
Meses de apagones y escasez aguda de alimentos, combustible y productos farmacéuticos han provocado un sufrimiento generalizado en toda la nación insular del sur de Asia.
La ira pública ha provocado protestas sostenidas que exigen la dimisión del gobierno por su mala gestión de la crisis, la peor de Sri Lanka desde la independencia en 1948.
Incapaces de pagar las importaciones de combustible, las empresas de servicios públicos han impuesto apagones diarios para racionar la electricidad, mientras se hacen largas filas de personas para obtener gasolina y queroseno.
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