Debemos aprovechar el contexto actual para abordar las debilidades existentes desde hace mucho tiempo en los servicios de salud mental y reforzarlos para el futuro, afirmó la directora de la entidad, Carissa F. Etienne.
Ahora es el momento de construir una mejor salud mental en América, expresó la autoridad, quien presentó a la líder de la Comisión, Epsy Campbell Barr, vicepresidenta de Costa Rica.
También la integran personalidades de instituciones sanitarias, de la sociedad civil y del mundo académico, y personas con experiencia directa en el tema, según un comunicado de prensa.
Cambpbell declaró que la salud mental y el bienestar de millones, especialmente de las mujeres, se vio “gravemente afectado” por la Covid-19, los confinamientos, el cierre de las escuelas, el teletrabajo y el cuidado de los miembros de la familia.
Llamó a “abordar con urgencia la salud mental” y a “tomar medidas para prevenir y responder a la violencia doméstica, incluidos los servicios de salud mental para las sobrevivientes”.
Un dossier científico divulgado por la Organización Mundial de la Salud destacó que la prevalencia de la ansiedad y la depresión aumentó internacionalmente un 25 por ciento en el primer año de la pandemia.
La OPS sugirió a partir de un estudio realizado que un tercio de las personas positivas al coronavirus SARS-CoV-2, causante de Covid-19, fueron diagnosticadas con un trastorno neurológico o mental.
Otra investigación de la oficina sanitaria americana con el apoyo de la organización Heroes mostró que en 2020 entre el 14,7 y el 22 por ciento del personal de salud de la región presentó síntomas que permitían sospechar depresión.
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