El Instituto de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) precisó en su boletín 68 que las columnas eruptivas permanecen activas en períodos de horas o días con caída constante de ceniza en las comunidades Los Pocitos, El Rodeo y El Patrocinio.
En cuanto al flujo de lava, este se mantiene con longitudes reportadas de hasta tres mil metros que avanza en función de la topografía y la tasa de efusión de magma formó varias ramificaciones a lo largo de su recorrido, detalló el ente científico.
Debido a su proximidad, los pobladores de las aldeas El Rodeo y El Patrocinio deben permanecer atentos a los avisos de las autoridades municipales y departamentales, así como de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), encargada del monitoreo constante del cono desde su erupción el 4 de febrero.
Del flujo de lava se desprenden bloques incandescentes y gases magmáticos como el dióxido de azufre, dañinos para las vías respiratorias si son inhalados, alertó esta institución en su más reciente aviso, el 109, en referencia a reportes de curiosos en la zona.
Los parámetros instrumentales no descartan pulsos de incrementos en las próximas horas o días con una mayor altura y densidad de la columna eruptiva, según el Insivumeh.
Asimismo, la dirección de la ceniza podría afectar a varios municipios de esta capital, distante solo 45 kilómetros.
La Conred reiteró a las autoridades del Parque Nacional Pacaya, departamento de Escuintla, continuar con el cierre al turismo y prohibir el acceso a las zonas de flujos de lava, muy llamativos para los amantes de la fotografía, pero sumamente peligrosos debido a su variabilidad.
El volcán de Pacaya es uno de los más activos de los 32 que tiene Guatemala y acumula este martes 61 días de actividad, el periodo más largo de sus miles de años de historia, según expertos.
Grandes capas de ceniza cayeron el 23 de marzo en esta capital, al punto de paralizar por 24 horas las operaciones en el aeropuerto internacional La Aurora.
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