Tres hechos removieron los cimientos de esta sociedad, y causaron indignación, se trata del fallecimiento de José Gregorio Custodio, Richard Báez y David de los Santos, cuando estaban en manos de los cuerpos policiales.
El caso más reciente fue el de De los Santos, un profesor de educación física de 24 años, apresado en una plaza comercial, quien al igual que Báez, falleció por golpes que le provocaron la muerte.
Báez fue detenido por agentes del cuerpo policial y después de varios días en los recintos carcelarios de este órgano, murió por golpizas propinadas, como lo señala la autopsia.
Custodio fue capturado en buen estado, lo llevaron al Destacamento de la Policía y después, como por arte de magia, le comunicaron a sus familiares sobre el fallecimiento.
El Ministerio Público lleva a cabo una investigación de los hechos y hasta el momento tiene a siete imputados en el caso, cuatro de ellos policías.
A partir de estos sucesos, el gobierno dominicano dispuso nuevas medidas para seguir adelante con el proceso de reformas de la Policía Nacional, las cuales fueron informadas el pasado jueves por el comisionado para la Reforma Policial, José Vila, acompañado del ministro de Interior y Policía, Jesús Vásquez.
Entre las medidas anunciadas se encuentran la colocación de cámaras en todas las patrullas y destacamentos, la instalación de un centro de control y monitoreo de las agrupaciones en el Ministerio de Interior y Policía.
Además, situar bajo la supervisión directa del Ministerio de Interior, el departamento de Asuntos Internos de la Policía Nacional, con el fin de garantizar la investigación pronta y rigurosa de los casos que se den y mejorar los sistemas y procesos de la Inspectoría General, dotándola de mayores capacidades de control e instrucción.
Vila expresó que el pueblo dominicano espera medidas para garantizar la integridad física de los ciudadanos cuando se encuentren bajo custodia policial, por lo tanto, esta convocatoria tiene el propósito de comunicar soluciones específicas para evitar estos hechos trágicos se repitan.
“La reforma policial es, ahora más que nunca, impostergable. La reforma policial no se detendrá, aún cuando su implantación no vaya a estar libre de obstáculos, censuras, dilaciones innecesarias, campañas de descrédito y ataques políticos tanto desde el interior, como desde el exterior de la Institución», agregó.
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