La versión electrónica del diario The Jerusalem Post informó que el exuniformado fue detenido por efectivos del Departamento de Bomberos cuando rociaba gasolina sobre su cuerpo.
La atención médica y mental inadecuada de los veteranos discapacitados por parte del Ministerio de Defensa se convirtió en un punto de discusión y de protesta desde que Itzik Saidian se prendió fuego frente a unas oficinas de la División de Rehabilitación de esa cartera en abril del pasado año, destacó el periódico.
Esa institución es criticada también por el complicado proceso que deben completar los militares que dejaron el servicio activo para ser reconocidos como discapacitados, un asunto que puede llevar años.
En marzo último Reuven Magen, de 27 años, se suicidó tras sufrir trastorno por estrés postraumático (PTSD) durante más de siete años luego de su participación en la agresión a la franja de Gaza en 2014.
A finales del pasado año también se quitó la vida Itzik Chen, a quien se le negó el reconocimiento como víctima del PTSD.
Un reciente informe de la contraloría reveló que el 73 por ciento de los exmilitares heridos que solicitaban tratamiento no estaban satisfechos con la forma en que funciona la ayuda.
Las principales razones citadas en la encuesta fueron la falta de atención, la humillación y la desconfianza hacia los solicitantes.
acl/rob