Durante una visita oficial a la capital portuguesa, el Gran Duque Enrique recorrió la instalación que deviene “no es solo un testimonio de la gran proximidad bilateral, sino también de la afinidad personal con este hermoso país”, expresó el mandatario, quien recibió el título Doctorado Honoris Causa de la Universidade Nova de Lisboa.
Son dos países con características y smilitudes, pese a que Portugal le falta el auge económico, en tanto Luxemburgo es uno de los países más ricos del mundo, declaró a medios nacionales el comisario de la exposición, Margarida Ramalho.
La pieza rememora cómo Portugal refugió a los judíos que escapaban de la persecución nazi durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), incluida la familia Gran Ducal, unida por sangre a la nación lusa o cuando miles de portugueses buscaron tierras en Luxemburgo en la década de 1960 para huir de la miseria y la dictadura.
Tras su exhibición en el Centre Culturel de Rencontre Abbaye de Neumünster, la muestra permanecerá hasta septiembre en la Ciudadela de Cascais, conjunto de fortificaciones construidas entre los siglos XV y XVII para defender la costa y capital portuguesa.
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