Como ya había anunciado el titular del Mspas Francisco Coma la pasada semana, entre las disposiciones está el uso obligatorio de la mascarilla en lugares cerrados y abiertos solo para municipios en rojo (alerta máxima) en el semáforo epidemiológico vigente desde 2020.
En ese sentido, la más reciente actualización de este mecanismo de control fijó 14 localidades con ese color de 340 en total, en tanto en naranja y amarillo (alertas alta y media) suman 149 y 177, respectivamente.
Estos últimos, prescindirán del cubrebocas en espacios abiertos, de acuerdo con el acuerdo ministerial 158-2022 de este jueves rumbo a una nueva normalidad ante la disminución de casos diarios y el bajo índice de ocupación de pacientes graves en los hospitales.
De acuerdo con el texto, la situación favorable en el control de la pandemia de la Covid-19 lleva a actualizar las disposiciones que en su momento permitieron enfrentar la emergencia, las cuales incluían estrictos aforos para las actividades económicas y sociales, así como limitación de horarios en centros de trabajo según el color del semáforo.
El Mspas explica en el texto que seguirá vigente el Sistema de Alertas Sanitarias para determinar el nivel de riesgo de contagios a través de la medición periódica de indicadores de incidencia de la enfermedad y su tendencia, la cantidad de casos, el uso y disponibilidad de pruebas de diagnóstico y el avance en la cobertura de vacunación.
Por lo tanto, las actualizaciones del semáforo se publicarán como hasta ahora los sábados, con vigencia de 14 días y se mantienen en general los parámetros de medición.
La Cartera insiste en continuar con medidas higiénicas ya probadas como el lavado constante de manos y en cuanto al distanciamiento físico flexibiliza los 1,5 metros entre personas si están en lugares abiertos y con alerta naranja y amarilla.
El artículo 6 de la nueva normativa fija lineamientos para actividades religiosas, recreativas y deportivas en municipios en rojo, donde los organizadores deberán elaborar sus protocolos sanitarios y presentarlos a las autoridades de salud para la aprobación final.
Llama la atención que en el documento no se hace referencia al regreso masivo a clases presenciales porque quedará en manos de Educación elaborar sus propios parámetros, aunque ya la ministra Claudia Ruiz adelantó que el uso de la mascarilla continuará obligatorio en las aulas, así como el distanciamiento físico para evitar rebrotes de la enfermedad.
En parte, también, debido al mal estado de las escuelas públicas, la falta de agua en muchas de ellas y el hacinamiento en general.
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