La demanda presentada contra el gobierno del mandatario ultraderechista Jair Bolsonaro hace alusión a cómo esas acciones afectan principalmente a las mujeres y a jóvenes.
En el documento, los autores de la petición destacan datos que prueban tal golpe contra la población negra, que representa el 56 por ciento de los casi 213 millones de habitantes del gigante suramericano.
Refieren el hecho de que el 58,1 de los hogares en situación de inseguridad alimentaria estaban encabezados en 2018 por personas autodeclaradas negras o mestizas.
El impacto de la pandemia de la Covid-19 en los negros puede medirse por el desempleo o la suspensión del puesto laboral de más de 1,3 millones de trabajadores domésticos, en su mayoría de esa raza.
Por otro lado, la violencia contra los jóvenes negros en las periferias de ciudades sigue cobrándose vidas y haciendo sufrir a las familias.
«Los datos presentados en la acción demuestran lo que venimos advirtiendo desde hace mucho tiempo», señaló Douglas Belchior, cofundador de Neafro Brasil y miembro de la Coalición Negra.
Es hora de poner fin a este genocidio, pidió Belchior, al traducir el sentimiento de lucha de la población negra.
La secretaria nacional de la Juventud del Partido de los Trabajadores, Nádia García, se refirió a las diversas formas de violencia, dentro o fuera del hogar, enfrentadas por la juventud negra con Bolsonaro en el poder.
Como resultado de un gobierno genocida, denunció el desempleo, la exclusión de la educación, las universidades y la falta de perspectivas de futuro.
«Luchar contra este genocidio es lo que nos garantizará que los jóvenes negros dejen de ser asesinados por el Estado, cada día, cada 23 minutos», reveló.
Para la abogada y directora del Instituto de Referencia Negra Peregum y miembro de la Coalición Negra, Sheila de Carvalho, el objetivo de la demanda es buscar el reconocimiento por parte del Supremo Tribunal Federal de que existe una política de muerte en Brasil contra la población negra, estructurada en el racismo.
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