El presidente del país, Luis Lacalle Pou, lo anunció, tras reunirse con el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) cuyas recomendaciones del 7 de febrero pasado fueron en su mayor parte desestimadas por el aparato ejecutivo.
Lejos de lo aconsejado, el 23 de marzo el primer mandatario optó por mantener abiertos, restaurantes, bares, cines, teatros y comercios, así como competencias deportivas profesionales.
En cambio reiteró el cierre de fronteras, y lo dispuso para clubes amateurs, gimnasios y salas de fiestas, al tiempo que admitió la suspensión por dos semanas de las clases escolares presenciales.
Hace unas horas, informó que el curso en enseñanza primaria y secundaria continuará de manera virtual; pese a observaciones de gremios de la educación sobre alumnos de ámbitos vulnerables carentes de medios y cultura digitales que ensancharán brechas sociales.
Esta vez adelantó en rueda de prensa que la semana próxima habrá anuncios paliativos para micro, pequeñas y medianas empresas, a cargo de los ministros de Economía, Azucena Arbeleche, y de Industria, Omar Paganini.
Lacalle Pou reconoció que el país enfrenta ‘los peores tiempos de la pandemia’ y a preguntas periodísticas afirmó estar satisfecho con las medidas vigentes y descartó cualquier otra, como las reclamadas por científicos y médicos de reducir drásticamente la movilidad social.
En esta jornada, el Sistema Nacional de Emergencia reportó tres mil 935 casos nuevos de Covid-19, otros 40 fallecidos más por esta causa y 26 mil 919 enfermos activos, 436 de ellos en cuidados intensivos dentro del 75 por ciento de las camas disponibles.
Según el gobernante, la vacunación inmunizadora en marcha puede cambiar la situación en mayo próximo, pero el catedrático infectólogo Julio Medina advirtió que con eso no basta y todavía hasta 2022 habrá que confiar más en las prevenciones en ‘burbujas’ de contención de contactos interpersonales recomendadas por el GACH.
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