En esa fecha, el sargento Manuel Silva fue detenido en la ciudad española de Sevilla sospechoso de transportar la droga en su equipaje. El suboficial estaba en la comitiva de Bolsonaro, quien visitaba el país europeo, destinado en el Grupo Especial de Transporte de la FAB.
«La Fuerza Aérea Brasileña reitera que actúa para frenar las irregularidades y repudia las conductas que no representan los valores, la dedicación y el trabajo de los efectivos en favor del cumplimiento de su misión institucional», indicó la institución en un comunicado.
Tres años después, la FAB informó de la «exclusión definitiva».
Precisó que el retraso en la separación se debió a que solo pudo confirmarse tras haber agotado todas las posibilidades de recurso.
Agregó que «el tiempo transcurrido hasta la efectiva expulsión del sargento estaba condicionado al cumplimiento de los debidos trámites administrativos de citación del militar, que se encuentra detenido en otro país, desde su detención en flagrancia».
El suboficial fue condenado a 14 años y seis meses de prisión por la Justicia Militar en febrero. Antes, en 2020, recibió seis años de prisión y tuvo que pagar una multa millonaria en una sentencia judicial española.
Por el hecho, la Policía Federal de Brasil inició una amplia investigación sobre una trama de tráfico internacional con aviones de la FAB.
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