Con sede en esta capital, el foro reunirá a los actuales integrantes de la denominada doble troika del bloque, lo que permitirá el intercambio entre altos funcionarios de Mozambique, Malaui, Tanzania, Botsuana, Sudáfrica y Zimbabwe.
La petición de reforzar la colaboración antiterrorista provino del Órgano de Política, Defensa, Seguridad y Cooperación de la SADC, encabezado actualmente por el presidente de Botsuana, Mokgweetsi Masisi.
Un grupo del Al Shabab, afiliado al Estado Islámico en África Central (ISCA), asaltó el pasado 24 de marzo la ciudad costera de Palma, en la norteña provincia de Cabo Delgado, que desde 2017 es escenario de frecuentes atentados.
El presidente de Mozambique, Filipe Nyusi, señaló la víspera que los terroristas en Cabo Delgado quieren causar intimidación, pero el gobierno continurá la defensa del pueblo.
Al decir del mandatario, la ayuda externa no será para sustituir, sino para apoyar a las autoridades mozambiqueñas; ‘no se trata de un discurso vacío, se trata de un sentido de soberanía, de saber que ninguna guerra se gana si no hay claridad desde el principio’, afirmó.
El triunfo en Palma frente al ataque yihadista del 24 de marzo fue una conquista importante, opinó, pero la victoria sobre el terrorismo exige una vigilancia permanente.
Según denunció, ‘muchos de los que están en las filas del terrorismo en Cabo Delgado fueron entrenados e instrumentalizados ideológicamente en el extranjero y sus actividades están esencialmente financiadas por medios ilícitos y por el crimen organizado’.
En opinión del ministro de Relaciones Internacionales y Cooperación de Botswana, Lemogang Kwape, la SADC está consciente sobre la necesidad de evitar un mayor deterioro de la seguridad en territorio mozambiqueño debido a sus implicaciones internas y regionales.
‘Las atrocidades y ataques indiscriminados contra la población inocente sin duda han alcanzado niveles intolerables y no se puede permitir que se queden en nuestro patio trasero’, dijo ayer el diplomático en un encuentro preparatorio del foro de la troika.
Los terroristas actúan de forma cada vez más sofisticada, teniendo en cuenta la coordinación de acciones y el empleo de armamento moderno, valoró el también titular del órgano de defensa y seguridad de la SADC.
Es decir, los estados del área están lidiando con una criatura mucho más grande, con una base sólida de financiamiento y suministro, incluido un apoyo logístico bien establecido, estimó.
Esto, subrayó, exige una respuesta regional urgente y coordinada para abordar esta nueva amenaza a nuestra seguridad común, antes de que se extienda por toda la región.
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