Una multitud se reunió cerca del Monumento a Washington antes de marchar hacia la sede de la máxima instancia judicial casi dos semanas después de la filtración de un posible fallo que anularía la histórica decisión del mismo foro judicial.
Se trata del caso conocido como Roe vs Wade, que resultó en el establecimiento del derecho constitucional al aborto en Estados Unidos, en 1973.
En aquel momento el tribunal escuchó los argumentos de Jane Roe -pseudónimo de Norma McCorvey- quien intentó abortar en Texas, pero el fiscal Henry Wade se lo impidió y ella dio a luz antes de la sentencia del Supremo a su favor.
En total unas 450 concentraciones fueron convocadas en todo el país este sábado en grandes urbes como Chicago, Austin y Los Ángeles y también en localidades más pequeñas.
Con carteles y camisetas que decían “Mantengan el aborto seguro y legal”, “Mi cuerpo, mi decisión” y otros mensajes similares miles cruzaron este sábado el puente de Brooklyn hacia Manhattan, en la ciudad de Nueva York.
El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, y el alcalde neoyorquino, Eric Adams, se unieron a otros políticos, incluida la senadora Kirsten Gillibrand y la fiscal general de la urbe, Letitia James, para mostrar el apoyo de los demócratas a la protección de los derechos reproductivos.
Pese a los intentos de la fuerza azul por mantener la posibilidad de interrumpir las gestaciones a nivel federal, una iniciativa legislativa con ese fin llamada Ley de protección de la Salud de la Mujer resultó rechazada en el Senado el pasado miércoles por la oposición republicana.
La postura del Congreso y del poder judicial contrasta con la opinión de aproximadamente el 70 por ciento de los adultos estadounidenses, para quienes la decisión de abortar debe dejarse en manos de la mujer embarazada y de su médico, reveló una encuesta de ABC News/Washington Post.
El pasado fin de semana también hubo protestas en varios lugares para reclamar la legalidad de la interrupción del embarazo, mientras desde hace algún tiempo una ola conservadora apoyada por republicanos conllevó a la adopción de reglas en algunos estados que limitan la práctica.
En Texas, desde septiembre de 2021, entró en vigor una normativa que prohíbe realizar el procedimiento a partir de las seis semanas de gestación, cuando muchas féminas ni siquiera saben todavía de su condición.
Además, el año pasado se presentaron proyectos con un lenguaje similar o idéntico al de Texas en Alabama, Florida, Missouri, Mississippi y Ohio.
La directora ejecutiva de la Marcha de Mujeres, Rachel O’Leary, organizadora de los eventos de hoy dijo que están planeando muchas más manifestaciones este verano para presionar a los legisladores a favor de una medida que garantice el derecho al aborto a nivel federal.
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