Sin hacer mención de países concretos, el documento señaló que la oposición de ciertos estados a que Mali ejerza la presidencia de la agrupación, la cual enfrenta a entes extremistas, se vincula a maniobras de un poder fuera de la región que busca aislar a esta nación, en supuesta referencia a Francia.
Vale recordar que, en medio de fuertes tensiones, la gobernante junta militar hace unas dos semanas rescindió los convenios establecidos en materia de defensa y seguridad con Francia bajo el argumento de que las fuerzas militares de ese estado violan la soberanía del país africano.
El texto explicó, asimismo, que el gobierno de Mali rechaza el pretexto de que es un estado miembro del Sahel G-5 con una situación política inestable, tras un reciente golpe de Estado.
Para contrarrestar la violencia reinante en el área saheliana, actualmente combaten a formaciones extremistas, además de ejércitos nacionales, la denominada Fuerza Conjunta del G-5 Sahel, creada en 2014 por Burkina Faso, Chad, Mali, Mauritania y Níger.
La zona del Sahel, colindante con el desierto del Sahara y donde alrededor de dos millones de personas fueron desplazadas por conflictos armados, deviene espacio ecoclimático y biogeográfico del norte de África, que cubre un área aproximada de unos tres millones 53 mil 200 kilómetros cuadrados.
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