Cerca de una veintena de creadores de Village de Noailles, emblemático pueblo de Croix des Bouquets al noreste de la capital, expusieron piezas de hierro cortado, una técnica que se desarrolló en esa ciudad y constituye una de las expresiones más auténticas del arte nacional.
Noailles es conocido como un pueblo artístico por la presencia de unos 80 talleres que reúnen a cerca de 800 artistas y artesanos, y es considerado el centro más denso de estos creadores en la región del Caribe.
Sin embargo, tras instalarse en Croix des Bouquets la pandilla 400 Mawozo, reconocida por los secuestros de los misioneros de Estados Unidos y Canadá y más recientemente del diplomático dominicano Carlos Tatis, muchos artistas se vieron obligados a cerrar sus talleres, y otros a huir de la ciudad.
“La crisis nos afecta a todos, hay muchas dificultades para entrar a la capital, para circular en el país, y a pesar de todo el contexto los artistas continúan produciendo en sus casas o donde pueden”, dijo Prophète a Prensa Latina.
Para apoyar a estos creadores, la embajada de España junto a la Fundación AfricAmericA y la Asociación de Artistas y Artesanos de Croix-des-Bouquets (Adaac) organizó dos jornadas de feria que permitirían a los artistas exponer y comercializar sus obras.
“Aquí hay una representación de los más de 300 artistas que integran la Asociación, y muchos somos la segunda o tercera generación familiar que se dedica a trabajar el hierro cortado, una técnica que también queremos trasmitirle a nuestros hijos”, dijo a esta agencia Remy Jean, presidente de la Adaac.
Las obras dialogan con el vudú, la expresión religiosa más extendida en el país, con intrincados detalles y la explosión de color que caracteriza al arte nacional, sin importar el soporte.
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