Turquía dirá «no» a esa opción, afirmó Erdogan, quien acusó a esos países de complicidad con organizaciones denominadas terroristas por Ankara, como el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y las Unidades de Protección Popular (YPG).
No podemos aceptar la presencia de esas organizaciones en una alianza de seguridad de este tipo, afirmó el mandatario en entrevista transmitida por la cadena de radio y televisión nacional TRT.
Este miércoles el Consejo Atlántico, órgano de decisión de la OTAN, mantuvo un primer debate en el que no avaló la apertura de las negociaciones de forma unánime, condición indispensable para comenzar el proceso de adhesión.
Las relaciones entre Turquía y Finlandia son calificadas aquí de cordiales, pero Ankara acusó en varias ocasiones a Suecia de respaldar la actividad de las milicias kurdo-sirias de las YPG, afines a las fuerzas del PKK, declarado terrorista por este país euroasiático.
Esta nación es miembro de la OTAN desde 1952 y dio luz verde ese mismo año a la incorporación de Grecia bajo la premisa de que ambos países solucionarían sus disputas históricas, pero no fue así, según Erdogan.
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