El fundador del Partido de los Trabajadores (PT) y Janja se enlazaron ayer en Sao Paulo, en una ceremonia privada ante unos 150 amigos y familiares.
Viudo en dos ocasiones, Lula adelantó en discursos y entrevistas realizadas en los últimos meses que haría oficial su unión con Janja, de 55 años.
Decidí volver a casarme porque creo que Brasil tiene un camino, declaró en una ocasión.
«El que tiene 76 años y está enamorado como yo, con ganas de casarse, solo puede querer el bien para este país», subrayó.
Pese a lo reservado del matrimonio, a través de las redes sociales se difundieron algunos momentos de la llegada de los invitados al evento.
La ceremonia fue dirigida por el obispo Dom Angélico Sândalo Bernardino, viejo amigo del extornero mecánico.
Janja es socióloga formada en la Universidad Federal de Paraná y activista del PT desde 1983. Su relación salió a la luz en 2019, durante la detención del exlíder sindical en la Policía Federal de Curitiba, capital del sureño estado de Paraná, por supuestos actos de corrupción.
El exdirigente obrero fue encarcelado un año antes por el entonces juez Sérgio Moro, quien después fue ministro de Justicia del gobierno de Jair Bolsonaro y declarado parcial por los tribunales brasileños y la ONU durante su actuación contra Lula.
A raíz de la boda, el PT indicó en un comunicado que «en un Brasil acosado por el odio, la falta de respeto, la intriga, manifestar el amor es un acto de valor, un acto necesario para el país. ¡Felicitaciones a nuestro presidente Lula y a nuestra querida Janja!».
Brasil volverá a ser el país del amor y la esperanza, aseguró la organización política.
Hasta la fecha, Lula, candidato presidencial del PT, lidera todas las encuestas de opinión rumbo a las elecciones de octubre, en las que pretenderá reelegirse Bolsonaro.
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