Antes de la apertura de la Bolsa de París, el gigante de la aviación civil, asociado con la neerlandesa KLM, señaló su meta de inyectar fondos a una sucursal dedicada a la ingeniería y el mantenimiento, en particular vinculada a los motores de repuesto para las aeronaves de Air France.
Según la compañía de transporte de pasajeros y cargas, la operación no tendrá consecuencias para los trabajadores o las actividades que realiza, declaración con la cual busca evitar preocupaciones de sus empleados en el ámbito social y económico.
En plena pandemia de la Covid-19 y frente a su impacto, el Estado francés destinó cuatro mil millones de euros de préstamo reembolsable a Air France, que con los nuevos recursos llegaría a un cuarto de devolución.
Expertos advirtieron que el reembolso es clave para el transportista, ya que debe esperar a completar el 75 por ciento para poder comprar más de un 10 por ciento de otra aerolínea.
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