Este es el primer país europeo en adoptar tal decisión, contraria a la postura de la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) que solicitó se mantenga la protección a los migrantes.
El pasado año, 94 de los 273 casos examinados no obtuvieron el permiso de residencia en este país, según el último informe disponible de la Agencia Danesa de Migración, que data de enero y añade que algunos refugiados fueron internados en centros de detención.
La Acnur mantiene su postura de protección hacia los indocumentados sirios y pide que no sean devueltos a la fuerza a ese país del Levante, según un comunicado difundido la víspera.
Siria sufre desde hace 10 años una guerra impuesta que costó hasta ahora miles de vidas humanas y causó pérdidas económicas superiores a 500 mil millones de dólares.
Datos oficiales destacan daños considerables al sistema de salud, educación, transporte, recursos hídricos, petróleo y gas.
La situación en esa nación está determinada además un bloqueo económico impuesto por Estados Unidos desde el 2006 y respaldado por la Unión Europea y varios países del Medio Oriente.
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