En un escueto comunicado de prensa, la Secretaría de Comunicación de la Presidencia informó sobre la carta enviada por el mandatario estadounidense, Joe Biden, debido al compromiso de Guatemala «con la prosperidad económica, seguridad, derechos humanos y dignidad de la población».
La invitación firmada por Biden acompaña la nota, sin embargo, esta no hace referencia a la negativa a asistir al encuentro expresada por Giammattei días atrás.
Ello a raíz del nombramiento de la fiscal general Consuelo Porras en el cargo por cuatro años más, una decisión que recibió rechazo nacional e internacional, sobre todo de Estados Unidos.
Ante la polémica decisión tomada por el jefe de Estado y las duras críticas desde Washington sobre el retroceso del país en términos democráticos y de lucha contra la corrupción, este dio por sentado que no le invitarían, ante lo cual afirmó el 16 de marzo que de todos modos mandó a decir que no iría.
Porras ya se encontraba entre los sancionados en la Lista Engel de actores corruptos, según Estados Unidos, y poco después del anuncio de su reelección, el Departamento de Estado informó que le retiraba la visa de entrada a ese país junto a su esposo.
Ahora que Giammattei tiene invitación en mano, habrá que esperar por su respuesta definitiva, pues hasta ayer la Secretaría de Comunicación se negó a atender las solicitudes de la prensa local en ese sentido.
Organizada por Estados Unidos, la Cumbre peligra, ya que, además de Giammattei -quien se autoexcluyó en principio-, no asistirían los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, ni de Bolivia, Luis Arce, junto a otro grupo de gobernantes del Caribe en respuesta a la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela del diálogo previsto del 6 al 10 de junio.
acl/mmc