Nativa de Ciego de Ávila, la agrupación es muy conocida dentro del público cubano por ser fiel representante del teatro callejero con sus estatuas vivientes, la adaptación de clásicos de la literatura universal, el trabajo con niños y jóvenes y llevar a escena pasajes de la realidad actual de la Isla.
Según informó el director de la institución Orlando Concepción, el colectivo tiene entre sus propósitos la recuperación de todo su repertorio y espectáculos tanto dentro del teatro como las funciones en la calle, detenidos hace más de dos años debido a la pandemia de la Covid-19.
Con una labor muy creativa, al emplear el barro como maquillaje y elementos escenográficos excepcionales, D’Morón Teatro hace crecer la cultura al conjugar la labor comunitaria con el teatro de sala, las peñas infantiles y la formación pedagógica del arte.
El esfuerzo y unidad entre sus miembros hizo posible que hoy tengan su propio escenario, al rescatar de las ruinas la edificación del teatro Reguero, de la ciudad de Morón.
Su repertorio tiene implícita obras clásicas como El pequeño príncipe, Medea de barro, Troya, Cecilia, el ángel de barro, La calle de Federico, entre otras.
Uno, dos y tres, que paso más chévere, Gente de Barrio, El monte calvo, Chivo que rompe tambó y Los herederos del tiempo y otras más, forman parte del muestrario del conjunto, que agrupa a una treintena entre actores, actrices, técnicos y personal de apoyo.
Divertimento callejero, es un espectáculo que recoge los momentos más importantes de la compañía, en la cual muestran su creación de la estética con el empleo de los zancos, la estatua y el trabajo con payasos, refirió en una ocasión su director.
D’Morón Teatro se ha presentado en los lugares más intrincados de la provincia avileña y en diferentes estados de la República Bolivariana de Venezuela, como propuesta del teatro callejero cubano.
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