«La información actualizada que tengo es que hemos registrado 44 muertos, 56 desaparecidos, 25 heridos, tres mil 957 personas sin hogar y 533 desplazados», confirmó a la prensa el ministro de Desarrollo Regional, Daniel Ferreira.
Anteriormente, Ferreira, junto a otras autoridades, sobrevoló las zonas más afectadas, como Jardim Monte Verde, en Ibura, al sur de Pernambuco.
La zona limítrofe entre Recife y Jaboatão dos Guararapes fue la localidad más afectada, pues se notificaron al menos 20 vidas perdidas, cuando un alud de tierra arrasó con decenas de viviendas.
«Aunque ahora ha dejado de llover, se esperan fuertes lluvias para los próximos días. Así que lo primero es mantener las medidas de autoprotección», instó el ministro.
Comunicó que llamó al gobernador de Pernambuco y al alcalde de Recife, porque, aunque los gobiernos «tienen defensas civiles muy bien estructuradas y reconocidas a nivel nacional, una lluvia de esta magnitud causa daños en cualquier municipio de Brasil».
Las precipitaciones castigan a la división territorial desde el lunes y la primera muerte ocurrió el miércoles. La búsqueda de desaparecidos fue reanudada este domingo por personal del Cuerpo de Bomberos, el Ejército y habitantes de la región.
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