A partir del próximo miércoles, la urbe eliminará las restricciones al acceso en los complejos residenciales, reanudará los servicios de transporte público y permitirá la circulación de los automóviles privados.
Esas medidas se unirán a la paulatina reapertura de los establecimientos comerciales y solo quedarán sujeto a control los lugares donde surjan nuevas infecciones.
De igual manera, las escuelas restablecerán las clases presenciales el próximo 6 de junio.
Shanghái se convirtió en abril pasado en el epicentro del rebrote de la Covid-19 en China y tuvo un repunte considerable en la cantidad de decesos y contagios.
A mediados de este mes las autoridades indicaron que aunque la municipalidad alcanzó el estatus de “cero Covid-19”, ampliaría la vacunación y reforzaría el mecanismo sanitario en los vecindarios antiguos y otras comunidades con riesgo de experimentar más focos contagiosos.
Aparte de esa urbe, Beijing también comenzó a flexibilizar algunas medidas para reactivar su vida socioeconómica tras declarar controlable la oleada que la semiparalizó desde finales de abril.
De manera general, el país acumula más de 16 mil muertos y dos millones de casos confirmados en su parte continental, Hong Kong, Macao y Taiwán desde el surgimiento de la patología y del coronavirus SARS-CoV-2, que la provoca en diciembre de 2019.
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