De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores, Beijing elaboró un texto con 15 puntos que aboga por mantener valores como la paz, el trato equitativo, el desarrollo común y la justicia en los intercambios entre las partes.
El documento llama al respeto a la independencia, la soberanía, integridad territorial de esas naciones insulares, el apego al principio de no injerencia en asuntos internos y a la política de Una sola China.
Plantea el combate al crimen transnacional, el narcotráfico y otras amenazas a la seguridad, la construcción de zonas económicas especiales, así como compartir las experiencias en la reducción de la pobreza extrema.
China sugirió articular su proyecto de la Franja y la Ruta de la Seda con las iniciativas regionales de desarrollo, y profundizar la cooperación en infraestructura, pesca, agricultura, energía y telecomunicaciones, entre otros terrenos.
Entre otras cuestiones, propuso a los países del Pacífico participar y explorar oportunidades de negocios en las distintas ferias internacionales que celebra cada año en su suelo.
El gigante asiático igualmente detalló los mecanismos y arreglos para implementar dichas propuestas.
Preparó el documento en el contexto de la gira que realiza el canciller Wang Yi por Islas Salomón, Kiribati, Samoa, Tonga, Vanuatu, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Fiji.
El diplomático ayer copresidió en Fiji una cita virtual con sus homólogos de esos territorios, Micronesia y Niue, al término informó sobre la conformación del referido plan y la continuidad de consultas en busca de más consenso sobre un acuerdo entre las partes.
La semana pasada trascendió que el convenio tenía provisiones para aumentar la colaboración en la pesca, construcción de redes de Internet, establecimientos de institutos Confucio para enseñar el mandarín y capacitación de la policía.
Pero despertó el recelo de Estados Unidos y Australia, que lo consideran el detonante de otra Guerra Fría y un intento del gigante asiático por controlar la zona, sobre todo después de su reciente pacto con Islas Salomón en materia de seguridad.
Sin embargo, tanto Beijing como Honiara aseguraron que uno de los propósitos de dicho texto es mantener el orden social en la nación insular y negaron rumores sobre cláusulas que permiten la apertura de bases militares, envío de barcos de guerra y fuerzas armadas de China.
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