Según la Agencia de Seguridad Sanitaria británica (UKHSA), ´aunque no existen evidencias de la presencia del virus en las excreciones genitales´, también se recomienda que los contagiados eviten el contacto con otras personas, y utilicen condón en las ocho semanas posteriores a la infección.
En el Reino Unido se detectaron hasta el momento 179 casos de esa enfermedad vírica zoonótica oriunda de África central y occidental.
De acuerdo con la UKHSA, una proporción notable de los contagios identificados en el país y otros lugares de Europa son hombres homosexuales y bisexuales, por lo que recomendó a los miembros de esa comunidad a estar atentos a la aparición de los síntomas.
La mayoría de los casos británicos, 172, se localizan en Inglaterra, mientras que los siete restantes corresponden a Escocia (4), Irlanda del Norte (2) y Gales (1).
La viruela del mono se transmite de animales a humanos, quienes al contagiarse desarrollan síntomas parecidos a los de la gripe, con fiebre, dolor de cabeza y muscular, escalofríos, agotamiento e inflamación de los ganglios linfáticos.
La señal más visible es un sarpullido o erupción que comienza en la cara en forma de manchas rojas que luego se transforman en ampollas llenas de pus y se extienden por otras partes del cuerpo.
Se trata de una enfermedad relativamente leve, de la cual la mayoría de los enfermos se recupera en cuestión de pocas semanas sin requerir tratamiento médico.
A nivel mundial se confirmaron hasta el momento 257 casos en una veintena de países, pero la Organización Mundial de la Salud desestimó la víspera que los brotes puedan convertirse en una pandemia similar a provocada por el virus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
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