En realidad se trata de la enfermedad de manos, pies y boca (HFMD, por sus siglas en inglés), y ataca sobre todo a bebés y a pequeños menores de cinco años.
Según una información disponible en el sitio del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), presenta síntomas comunes que incluyen fiebre, llagas dolorosas en la boca y sarpullido con ampollas en las manos, los pies y las nalgas.
Añadió que no existe un tratamiento médico específico para esta dolencia, y la mayoría de las personas aquejadas mejoran por sí solas entre siete y 10 días después de la aparición de los primeros signos.
Asimismo, es causada por patógenos que pertenecen a la familia de los enterovirus como el virus Coxsackie A16, el Coxsackie A6 y el enterovirus 71 (EV-A71).
La presencia de este último patógeno, desencadenante de enfermedades más graves como la encefalitis, suele ser reportado fundamentalmente en el este y el sureste de Asia, agregó la fuente.
Descrita como altamente contagiosa, su propagación ocurre a través de las gotas respiratorias con partículas del virus después de que una persona enferma tosa o estornude, y por medio del contacto cercano o de compartir objetos de uso personal.
Tocar artículos y superficies que tengan el agente infeccioso, como las manijas de las puertas o los juguetes, y luego tocarse los ojos, la nariz o la boca, también puede constituir una fuente de contagio.
Si bien pueden presentarse síntomas más graves, como meningitis, encefalitis y parálisis similar a la poliomielitis, en la mayoría de los casos ocasiona molestias leves.
Para prevenir el padecimiento los médicos recomiendan el lavado frecuente de las manos, la desinfección de superficies y evitar el contacto con personas enfermas.
Una vez contraída la dolencia, detalló el CDC, es importante hidratarse y tomar medicación para aliviar la fiebre y el sarpullido.
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