En virtud de la nueva clasificación, que entrará en vigor mañana miércoles, los médicos británicos tendrán que notificar a las autoridades locales y al Equipo de Protección de Salud de su territorio sobre cualquier persona sospechosa de estar contagiada.
Los laboratorios también deberán informar a la UKHSA si detectan el virus en alguna de las muestras que reciben.
El diagnóstico temprano y la notificación son claves para cortar la transmisión y contener la propagación de la viruela del mono, afirmó Wendi Shepherd, quien está a cargo de monitorear la incidencia de la enfermedad en el país.
Las autoridades sanitarias británicas también dispusieron que cualquier visitante extranjero contagiado, o sospechoso de estarlo, recibirá atención médica gratuita durante su estancia en el Reino Unido.
La viruela símica, como también se le conoce, es una enfermedad vírica zoonótica oriunda de África central y occidental que se transmite de animales a humanos.
Las personas contagiadas desarrollan síntomas parecidos a los de la gripe, con fiebre, dolor de cabeza y muscular, escalofríos, agotamiento e inflamación de los ganglios linfáticos.
La señal más visible es un sarpullido o erupción que comienza en la cara en forma de manchas rojas que luego se transforman en ampollas llenas de pus y se extienden por otras partes del cuerpo.
De acuerdo con la UKHSA, una proporción notable de los contagios identificados en el país y otros lugares de Europa son hombres homosexuales y bisexuales, por lo que recomendó a los miembros de esa comunidad a estar atentos a la aparición de los síntomas.
La mayoría de los 302 casos confirmados hasta el momento en el Reino Unido corresponden a Inglaterra (287), mientras que en Escocia se identificaron 10, y dos per cápita en Irlanda del Norte y Gales.
Ante el aumento de los contagios, las autoridades de salud recomendaron días atras el aislamiento por tres semanas de los contactos de las personas infectadas, y la abstinencia sexual para quienes presenten síntomas de la enfermedad.
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