Johara Khnifes, de 28 años, era hija del vicealcalde de la norteña ciudad de Shfaram, Faraj Khnifes, quien también es conocido por defender los derechos de la minoría árabe en el país.
Las autoridades afirmaron que las primeras investigaciones descartaron como motivo del crimen el trabajo de su progenitor, quien afirmó lo contrario tras su muerte, ocurrida anoche.
Ella era una flor y no hizo daño a nadie, tal vez me estaba buscando, expresó el funcionario.
Según diversos reportes, con su muerte suman 32 los árabes-israelíes asesinados desde principios de enero.
Las comunidades árabes experimentaron un aumento de la violencia en los últimos años, impulsada principalmente por el crimen organizado, en medio de críticas a la pasividad de la policía para enfrentar el problema.
Las altas tasas de desempleo, la pobreza y otros factores sociales son también causas del flagelo, de acuerdo con varios estudios.
Los descendientes de los palestinos que no fueron expulsados de sus tierras tras la creación del Estado judío, en 1948, denuncian desde entonces que son tratados como ciudadanos de segunda. En la actualidad suman 1,9 millones de personas que suponen 21 por ciento del total de la población de este país.
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