«A veces sentimos amenazas a la soberanía en esa región del país (Amazonia), pero Brasil preserva muy bien su territorio», afirmó el mandatario de tendencia ultraderechista en la primera reunión entre ambos al margen de la IX Cumbre de las Américas, que se celebra en esta ciudad.
Según el exmilitar, «dos tercios del territorio de Brasil está preservado» y un 85 por ciento de la Amazonia, y refirió que en un futuro próximo su país será el mayor exportador de energía limpia por el hidrógeno.
En su manifestación, también el excapitán del Ejército contó al gobernante demócrata que «Brasil alimenta a mil millones de personas» al encumbrar el agronegocio, sin embargo una reciente investigación reveló que el hambre afecta a 33 millones de personas en el gigante suramericano.
Bolsonaro reafirmó asimismo el discurso de que quiere elecciones «limpias, transparentes y democráticas», en un momento en que Washington demostró preocupación por la retórica poco democrática del jefe de Estado brasileño.
Recientemente, organizaciones de la sociedad civil brasileña entregaron una carta al presidente del Tribunal Superior Electoral, Edson Fachin, en repudio a los ataques del exparacaidista contra el sistema electivo.
Firmado por la Coalición por la Defensa del Sistema Electoral, el documento pide a Fachin que investigue, si es necesario, el uso de herramientas de espionaje por parte del gobierno de Bolsonaro para «interferir en la regularidad del proceso electoral».
Ahora ante Biden, el presidente brasileño aseveró que llegó al poder de forma democrática y cuando salga del poder, posiblemente en el sufragio de octubre, será también por la vía democrática.
Los dos políticos se estrecharon las manos en Los Ángeles tras mantener una tensa relación por la proximidad y apoyo manifiesto de Bolsonaro al exgobernante estadounidense Donald Trump.
El republicano y el ultraconservador tienen parecidas personalidades y coinciden en muchas formas de abordar la política y sus estrategias comunicacionales.
Al brasileño se le conoce como «el Trump tropical» por su violenta retórica y abuso de las redes sociales en menoscabo de la prensa tradicional.
Bolsonaro fue uno de los pocos líderes mundiales que se demoró en felicitar a Biden tras su victoria presidencial en los comicios celebrados el 3 de noviembre de 2020 en el país norteño.
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