Tomamos dos materiales de desecho comunes: lodo de carburo industrial y urea (de orina de mamífero), lo cual provocó una reacción de endurecimiento que une el suelo en un bloque sólido, aseguraron los autores en la revista estadounidense Journal of Environmental Engineering.
El equipo dirigido por el profesor Chu Jian, presidente de la Escuela de Ingeniería Civil y Ambiental, evidenció que su biocemento podría convertirse potencialmente en un método sostenible y rentable para mejorar la capa terrestre.
Describió cómo puede fortalecer el suelo para su uso en la construcción o excavación, controlar la erosión de las playas, reducirla por polvo o viento en el desierto, o construir depósitos de agua dulce en el mar o en el desierto.
El nuevo cemento renovable tiene un gran potencial para ser empleado en proyectos de construcción que requieren el tratamiento de la tierra, destacó el catedrático Chu, quien también funge como director del Centro de Soluciones Urbanas de la casa de altos estudios.
A la larga, no solo abaratará la fabricación del producto, sino que disminuirá además el coste de la eliminación de residuos, remarcó el experto en el medio de la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles.
La investigación respaldó la estrategia del centro universitario de Singapur cuyo objetivo plantea abordar algunos de los grandes desafíos de la humanidad, incluida la mitigación del impacto humano en el medio ambiente.
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